El cielo estaba pintado con un degrade hermoso. El viento susurraba una canción que hablaba de cambios. Mire de nuevo para arriba y te encontré. Estaba sola, entre las luces de los autos y tu fulgor.
Pensé en el caos, había leído que algunos investigan el perfecto orden que hay dentro de ellos. Y se me ocurrió que el caos es necesario para nuestra vida. Todo se constrasta. El origen del caos se basa en la destrucción, de hacer algo polvo solo con el fin de volverlo a empezar y hacerlo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No me gustan los anonimos. No me gustan las malas criticas ni nada que puedas decir sin razon alguna.
Si no cumplis con eso retirate.
Saludos, Lucía.