miércoles

La adolescencia normal

De repente todo se movió. Las letras parecían remolinos. No podía entender las palabras, ni comprender las oraciones. Preferí mirar por la ventana, jugar con el foco de mis ojos entre la realidad y el reflejo del vidrio. Estaba haciendo un viaje a mi misma, un viaje, dentro de otro viaje. Pensé en por que había tenido que dejar de leer, en como iba a narrar esta historia y en las palabras que iba a buscar en el diccionario cuando llegara a mi casa. Intente reflexionar sobre lo leído. Tu olor me invadió, tuve que dejar de mirar por la ventana.
Cerré los ojos, respire y te pensé. Cite cada parte de tu cuerpo con metáforas, a modo de alivio respire tu aroma una vez mas.
Respire mas fuerte, se había ido.. estaba dentro de mi.

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Saludos, Lucía.