viernes

Recuerdos de este caluroso invierno

Me abrigaste entre sabanas del frió y la lluvia. Arriba del colchón repetiste infinitamente que me amabas y me lo prometiste con el cuerpo.
Entre risas pude encontrar tu mirada, de la cual me había olvidado un poco. Pude notar ese brillo en tus ojos, como en los últimos días de verano.
Mire en vano hacia otro lado, quise disimular mis ganas de llorar sobre tu pecho, mis ganas de amarte un rato mas y de quedarme ahí con vos mirando como la lluvia moja el vidrio de la ventana, para siempre.
Cuando lo mire a la cara y lo bese, entendí que me estaba enamorando con mas locura que antes.
Que no hay nada como él, como sus ojos, su boca, sus pecas, sus manos, su cuerpo.. la manera que tiene de amarme, de besarme, de hacerme saber que es mi dueño. Y que no hay nada, nada, que no me deje ver que es el amor de mi vida.

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