Venía caminando por el jardín, me tope con un jazmín chino, sonreí (como siempre) y decidí llevarme uno. Camine un poco con él, hasta que me senté. Lo observaba a cada rato, y pude darme cuenta que cada vez perdía su magia, su olor, su blanco.
Me pregunte por que me lo había llevado, pues mi patio esta lleno de ellos. Llegué a la conclusión de que lo hice simplemente porque me encantan.
Ya casi estaba marchito, y fue ahí cuando comprendí que hay cosas que están mas allá de nosotros. Que hay cosas que no me pertenecen, pero me gustan. Y que aunque las quiera es mejor dejarlas como están, sin intentar cambiarlas. Porque cuando uno las saca de su lugar pueden perder su esencia y esas cosas que tanto nos gustan.
Supongo que iba a escribir algo relativamente simple y sin sentido, pero, tengo que admitir que me "impactó" (por decirlo de algún modo) tu mensaje acerca de los comentarios.
ResponderEliminarA qué llamás "malas críticas"? A una que no te parece favorable en cuanto a lo que dijiste? O a una que no encaja adecuadamente en tu criterio? (Porque, acá, mal o bien, hay que admitir que la subjetividad juega un papel muy importante)
Hablar sin razón es una de las cosas más exquisitas de la vida. El simple hecho de que a alguien le surja decir algo sin un motivo aparente, es mágico. No lo niegues, no lo evites, por favor.
Bueno, después de toda ésta introducción "sin fin", sólo quería decir (sin evocar a un cliché barato) que me gustó lo que escribiste.
En tus palabras: "Hay cosas que no me pertenecen, pero me gustan", me pareció una frase absolutamente perfecta. Cuando lo leí, sentí que era excelente cómo estaba expresado.
Saludos.